Fulano, Mengano, Zutano y Perengano

Cuando no sabemos el nombre de alguien o no lo queremos decir por cualquier motivo solemos recurrir a estas cuatro fórmulas que sirven para referirnos a cualquier persona. Pero ¿conoces su verdadero origen y significado?

Lo primero que hay que aclarar es que ni Fulano, ni Mengano, ni Zutano ni Perengano son nombres reales. Al día de hoy no se ha hallado ningún documento histórico que así lo acredite. Y todo hace pensar que se trata de nombres inventados en España tras la conquista árabe que poco a poco se fueron popularizando.

Así el primero de ellos, Fulano deriva de la palabra árabe “fulán” que significa “persona cualquiera”. Ésta es sin duda alguna la forma más empleada de las cuatro y suele acompañarse de la expresión “de tal” (Ejemplo: Fulano de tal…).

El segundo, Mengano deriva del término árabe “man kán” que se traduce como “quien sea”. Y suele ir casi siempre precedido por Fulano (Ejemplo: Fulano y Mengano). También es habitual encontrar esta fórmula mixta “Fulano de tal y Mengano de cual”.

Por su parte, Zutano deriva de la palabra españolizada “citano”,  que a su vez procede del latín “scitánus” que significa “sabido”. Esta forma es menos frecuente que las dos anteriores.

Por último, decir que de Perengano no se tiene una constancia real sobre su procedencia. La teoría más extendida asegura que se trata de una combinación del popular apellido español Pérez y la figura Mengano antes comentada.

Estos cuatro términos tienen sus respectivas formas femeninas: Fulana, Mengana, Zutana y Perengana, aunque es cierto que el primero de ellos es usado como descalificativo femenino (prostituta).

Además, todos ellos cuentan con formas diminutivas: Fulanito, Menganito, Zutanito y Perenganito, que son también muy utilizadas.